Perdón y reconciliación

¿Cómo puedo yo contribuir a promover el perdón y la reconciliación?

Empezando conmigo mismo

¿Cómo perdonar?

 

Diversos investigadores han estudiado el perdón por más de 30 años y han logrado identificar cuáles son algunos de los pasos necesarios para lograr perdonar. A continuación presentamos algunos de los más importantes.

Decidir que quiero perdonar: cuando decido que quiero empezar este proceso estoy asumiendo una disposición y compromiso hacia el perdón.

Reconocer la ofensa o injusticia: es importante recordar la ofensa de manera objetiva, nombrarla, admitir que hubo un daño y que fui víctima de una injusticia. No debo negar, esconder o justificar dicha ofensa ya que esto interfiere con el proceso de perdón.

Identificar las emociones negativas que tengo frente a la ofensa: antes de lograr perdonar, debo tener la oportunidad de reconocer, enfrentar y aceptar emociones, como la rabia, relacionadas con el daño que me hicieron. También darme la oportunidad de reconocer otros sentimientos como la decepción, la tristeza o el dolor.

Esforzarme por tener empatía con el ofensor: aunque este paso pueda resultar difícil en algunos casos, la investigación asegura que entender las experiencias, sentimientos, circunstancias y motivaciones del ofensor contribuye al proceso de perdón. Esta empatía con el ofensor implica tomar perspectiva sobre todos los posibles factores que lo llevaron a causar el daño.

Reconocer los beneficios de perdonar: a medida que avanzo en el proceso de perdón, podré identificar cambios internos positivos, como por ejemplo cambios en el estado de ánimo, sentimientos de tranquilidad, reducción del estrés y, en ocasiones, sentimientos de compasión y benevolencia frente al ofensor.

Ofrecer el perdón como un regalo que doy y que he recibido antes: al recordar la culpa que sentí en situaciones en las que ofendí y lastimé a otras personas, también podré recordar y conectarme con lo que sentí cuando aquellas personas decidieron perdonarme. Estas reflexiones me ayudan a tener la disposición desinteresada de entregar mi perdón como un regalo que alguna vez me favoreció.

Comprometerme y mantener la decisión de perdonar: cuando tomo la decisión de perdonar, es importante tratar de mantener esta decisión. A veces es útil comentar públicamente la decisión de perdón a selectos familiares y amigos de confianza.

Es importante tener en cuenta que a veces los seres humanos no estamos listos para perdonar. No se puede presionar a alguien a que perdone. Lo que podemos hacer es acompañar a la persona que se sienta ofendida y escucharla con atención.

¿Cómo pedir perdón?

 

También existen algunos pasos sugeridos para cuando queremos pedir perdón.

Reconocer y afrontar sentimientos de culpa y vergüenza relacionados con la ofensa: una vez haya identificado la ofensa puedo hacerme preguntas como: ¿he sentido culpa, remordimiento o tristeza por lo que hice? ¿Me he permitido sentir culpa y remordimiento? ¿Estar avergonzado me ha generado agotamiento físico y mental?

Decidir que quiero buscar el perdón: implica aceptar la ofensa que cometí y la necesidad de pedir perdón al respecto. También involucra estar dispuesto a recibir con humildad el regalo del perdón.

Trabajar para recibir el perdón: entender y reconocer lo que le ha ocurrido a la víctima a causa de mi ofensa, aceptar sentir humillación, y enfocarme en sentimientos de gratitud por estar recibiendo el perdón.

Reflexionar acerca del significado de la ofensa y el perdón en mi vida: pensar en posibles aprendizajes y cambios que quiero implementar a raíz de la falta que cometimos.