Asertividad

¿Por qué es importante aprender a comunicarnos asertivamente para la construcción de paz?

Tanto la escucha activa como la asertividad son competencias muy importantes para construir relaciones pacíficas, pues nos permiten interactuar con los demás de una manera constructiva.

Escucha activa

 

La escucha activa es una competencia comunicativa esencial para la construcción de paz, pues es útil para:

Demostrarle a nuestro interlocutor que, incluso si no estamos de acuerdo, nos interesa y valoramos su punto de vista: esto permite iniciar una comunicación de dos vías en la que ambas partes están dispuestas a escucharse. En situaciones de conflicto o desacuerdo, esto es muy importante, pues sólo así es posible llegar a acuerdos constructivos y satisfactorios. Además, cuando la otra persona percibe que valoramos sus palabras, es más probable que también responda con una actitud abierta al diálogo.

Permitirnos aprender de otras personas o comprender su punto de vista: muchas veces tendemos a quedarnos sólo con nuestro punto de vista y, mientras la otra persona habla, estamos buscando mentalmente argumentos para contradecirla o para convencerla de que tenemos la razón. Sólo si escuchamos genuinamente lo que otra persona nos está diciendo, tendremos la posibilidad de estar abiertos a aprender de ella o a comprender su perspectiva.

Permitirnos una pausa antes de reaccionar con palabras que podrían hacer daño a los demás o a nuestras relaciones: cuando enfocamos nuestros esfuerzos en comprender lo que el otro está diciendo y en demostrarle que estamos prestando atención, es menos probable que reaccionemos de manera impulsiva. La escucha activa nos da la posibilidad de dialogar pausadamente con los demás.

 

 

Cuando iniciamos una conversación demostrando a la otra persona que estamos poniendo atención, es mucho más probable que nos responda de una manera abierta al diálogo

Asertividad

 

La asertividad es otra competencia muy importante para el ejercicio de la ciudadanía y para la construcción de ambientes pacíficos y constructivos, pues nos puede servir para:

Defender nuestros derechos y los derechos de otras personas: en muchas ocasiones pensamos que frente a situaciones de vulneración de derechos (por ejemplo, cuando alguien nos agrede) sólo hay dos opciones: responder con agresión (física, verbal, relacional) o dejarnos de manera pasiva. En ambos casos, es probable que la situación continúe o incluso empeore. La asertividad es una buena opción intermedia y efectiva para defender nuestros derechos y los derechos de otras personas de una manera firme pero sin recurrir a la agresión.

Expresar nuestros puntos de vista e intereses en situaciones de conflicto: un conflicto es una situación en la que una o más personas están en desacuerdo y sus intereses se perciben como incompatibles. Los conflictos son naturales, e incluso deseables, en las relaciones humanas. Sin embargo, es importante aprender a manejarlos de manera constructiva y sin agresión. Saber plantear y defender nuestros propios intereses y puntos de vista de una manera firme y clara, pero respetuosa, nos permite llegar a acuerdos satisfactorios para todas las partes involucradas en el conflicto.

Cuando tenemos un conflicto con otra persona, la escucha activa nos permite demostrarle que, así no estemos de acuerdo, nos interesa y valoramos su punto de vista. La asertividad nos permite defender de manera firme y clara, pero respetuosa, nuestros intereses.