Aprender a resolver conflictos de manera pacífica es indudablemente uno de los aspectos más importantes de la construcción de paz. Esta habilidad es esencial en todos los aspectos de nuestras vidas: con nuestra familia, amigos, vecinos, compañeros de trabajo o escuela, con otros ciudadanos y miembros de nuestra comunidad, con nuestra ciudad y nuestro país. Cuando los conflictos se resuelven de forma que ambas partes salen beneficiadas, no solo fortalecemos la relación, sino que prevenimos que estos conflictos aumenten y se generen desenlaces violentos. Por eso la educación en maneras constructivas y pacíficas de resolver conflictos tiene un valor inmenso para la construcción de paz.
¿Por qué es importante saber resolver conflictos en la construcción de paz?
Educar niñas, niños y adolescentes ciudadanos que tengan la capacidad de convivir con los demás de manera pacífica y que sepan construir acuerdos debe ser uno de los principales objetivos como madres, padres y cuidadores de las niñas, niños y adolescentes. Si trabajamos por esta meta, nos aseguraremos que ellos crezcan entendiendo que no siempre es posible conseguir lo que se quiere de la forma en que se quiere, o que hay que renunciar a lo que desean por miedo a las consecuencias, sino que existe la posibilidad de llegar a acuerdos no violentos, donde todos ganan. Ahora, es importante que recordemos que la paz no se refiere a una armonía perfecta libre de conflictos. La paz se refiere a un estado en el que todos aprendemos a resolver los conflictos que se nos presentan de manera positiva y asertiva.