Perdón y reconciliación

¿Qué puedo hacer para enseñar a las niñas, niños y adolescentes sobre perdón?

  • Conversar con ellos acerca de la definición y la importancia del perdón.
  • Ayudarlos a enfrentar emociones negativas relacionadas con la ofensa: escuchando, reconociendo, preguntando y validando sentimientos o emociones ante ofensas recientes:

¿Qué sentiste cuando X te dijo eso? ¿Cómo supiste que eso era lo que estabas sintiendo? Cuando recuerdas lo que pasó, ¿cómo te sientes? Tranquila, es normal que sientas rabia por lo que pasó.

(Al ver lágrimas) ¡Vaya! Puedo ver que te lastimaron mucho y que te duele todavía. Veo mucha rabia cuando hablas de esto, cuéntame más al respecto.

Puedo ver que te sientes arrepentido, te entiendo, yo también me he sentido así antes.

En estas situaciones conviene motivar el uso de los “Yo Mensajes” para que expresen lo que sienten, seguido de lo que necesitan en primera persona.

Promover la regulación de la rabia: debido a que el manejo inadecuado de esta emoción es lo que a menudo deriva en deseos de venganza, los padres, madres y adultos pueden explorar juntos estrategiasde relajación o presencia plena por ejemplo, cerrar los ojos por unos minutos, concentrarse en la respiración desde el abdomen, o imaginarse detalladamente su lugar favorito de vacaciones.

Si es posible, facilitar empatía con el ofensor: invitarlos a reflexionar sobre ofensas que ellos cometieron en el pasado, la culpa que sintieron y cómo se perdonaron a sí mismos. Puede muy ser útil recordar situaciones en las que alguien importante les perdonó una ofensa y explorar cómo se sintieron.

Reconocer positivamente cuando perdonen ofensas de otros, resaltando la valentía y la fortaleza necesaria para perdonar. Discutir con ellos las diferentes consecuencias y beneficios de decidir perdonar.

Resaltar la importancia de la empatía y la humildad en el momento de perdonar y reconocerlas como habilidades admirables.

Contarles historias o cuentos donde los personajes lograron perdonar.

Promover, mediante preguntas, la toma de perspectiva y la reflexión sobre las emociones que la víctima de una ofensa puede sentir: ¿Qué crees que está sintiendo X con lo que pasó? ¿Cómo te sentirías tú si te hubiera sucedido algo
parecido? ¿Qué consecuencias tiene la ofensa sobre esta persona?

Promover la reparación y compensación del daño como prácticas comunes y constantes dentro la familia y con miembros de la comunidad. Esto no sólo involucra invitar a los niñas, niños y adolescentes a pedir disculpas efectivas cuando hayan incurrido en ofensas sino invitarlos a la reflexión creativa para encontrar formas adecuadas de reparación del daño.

La disciplina restaurativa implica que los padres, madres y cuidadores tengan un balance entre el establecimiento claro de reglas y los principios de convivencia, y a la vez, en demostrar un interés auténtico por el bienestar de las demás personas. Por ejemplo, que los padres y madres hayan discutido previamente las expectativas del buen trato entre hermanos, y que en presencia de una ofensa promuevan activamente la reparación del daño y la reconciliación.

No tener miedo de pedir disculpas y reparar el daño con sus hijos. Para los niños, niñas y adolescentes puede resultar transformador tener la oportunidad de recibir disculpas por parte de sus padres, madres y adultos cuidadores y perdonarlos.