Asertividad

¿Qué obstaculos y oportunidades representa la comunicación asertiva para la educación para la paz?

Al igual que con la competencia de manejo de emociones, los niños y jóvenes pueden llegar a ver modelos de comunicación poco asertivos en programas de televisión, películas y videos. Las formas de interacción agresivas son típicamente legitimadas como algo normal o incluso deseable. Desarrollar pensamiento crítico en nuestros niños y jóvenes es clave para que tengan la capacidad de cuestionar estos modelos .

Por otro lado, la comunicación asertiva puede llegar a ser retadora e incluso, en algunas ocasiones, puede percibirse como riesgosa. Por ejemplo, una de las razones por las que algunos niños no entran a defender a un compañero que está siendo agredido es porque temen que también los agredan a ellos o que los tilden de “sapos”. En ese sentido, tres aspectos son importantes a tener en cuenta a la hora de hablar de asertividad:

Preguntarnos ¿Es seguro?: antes de entrar a defender nuestros derechos o los de otras personas, debemos evaluar si nuestras acciones nos ponen en riesgo o no. Si la respuesta es positiva, es importante pensar cómo minimizar el riesgo o en otras alternativas diferentes.

Persistir: en algunas ocasiones, con una sola acción asertiva no logramos lo que queremos (por ejemplo, que alguien nos deje de agredir). También puede suceder que percibamos que aunque estamos escuchando activamente a la otra persona, la dinámica de nuestra comunicación no es la que esperamos. Si este es el caso con su hijo, invítelo a seguir persistiendo y hágale ver que, aunque no pueda controlar el comportamiento de los demás, él está poniendo de su parte para que la situación mejore.

Ser creativos: en relación con el punto anterior, también es importante animar a su hijo a pensar en diferentes alternativas de acción. La competencia de generación de opciones, la cual consiste en pensar creativamente en diferentes opciones de solución frente a una situación retadora, se vuelve importante en estos casos. Es probable que su hijo le diga que aunque ha intentado responder de manera asertiva no ha logrado su objetivo. En esos casos, puede invitarlo a que hagan juntos una lluvia de ideas de muchas posibles opciones asertivas (es decir, que busquen defender sus derechos o los de otros, pero sin acudir a la agresión) diferentes a las que ya ha intentado. Es posible que surja algo que no se le había ocurrido antes y que funcione mejor.