Perdón y reconciliación

¿Y la reconciliación?

Aunque podría pensarse que la reconciliación es un requisito imprescindible para culminar el proceso de perdón, o que dicha reconciliación debe cumplir con ciertas características o pasos estándar en toda situación de ofensa, la realidad es que las ofensas varían en tipo y gravedad. Es decir, para aquellas víctimas que han sufrido graves traumas debido a fuertes abusos físicos y psicológicos, el proceso de reconciliación no siempre será seguro o recomendable para la víctima; es lo que sucede con las víctimas de abuso sexual, donde la expectativa de recuperar, e incluso entablar una relación con el ofensor, puede no tener lugar. En estos casos considerar el perdón como un proceso personal de sanación sería suficiente.

Sin embargo, cuando tenga sentido y sea posible, ofrecemos algunos puntos importantes sobre la reconciliación:

Algunos científicos afirman que la reconciliación consiste de cuatro pasos:

  • Decidir que queremos reconciliarnos, cuándo y dónde.
  • Hablar sobre la ofensa o transgresión cometida usando comunicación efectiva y amable.
  • Comprometernos a “desintoxicar” la relación del rencor pasado.
  • Comprometernos a construir una relación donde nos valoremos mutuamente.

La reconciliación requiere de grandes esfuerzos y de tiempo, y por tanto implica un riesgo para ambas partes involucradas. El ofensor tendrá que trabajar para recuperar la confianza.

El arrepentimiento es un ingrediente clave para entablar una reconciliación, ya que si el agresor u ofensor no muestra signos de arrepentimiento, la víctima no puede confiar que la ofensa no ocurrirá de nuevo.

A veces el uso de una tercera persona o mediador puede ser de gran valor como facilitador en procesos de reconciliación; por ejemplo, una madre o padre pueden facilitar la reconciliación entre hermanos.

 

 

 

 

 

Usando herramientas

 

Aunque no estén presentes en el aula de clase, madres, padres y cuidadores también pueden aprovechar oportunidades de aprendizaje con sus hijos o niños a cargo para practicar y aprender sobre el perdón y la reconciliación.